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sábado, 30 de agosto de 2014

El lenguaje secreto de las organizaciones. Las consecuencias de la desregulación.



La igualdad de la riqueza debe consistir en que ningún ciudadano sea tan opulento que pueda comprar a otro y ninguno tan pobre que vea la necesidad de venderse.
Jean-Jacques Rosseau.

Burbujas financieras y otras perversiones













Según nuestra amada Wikipedia, la desregulación es “el proceso por el cual los gobiernos eliminan algunas regulaciones específicas a los negocios para, en teoría, favorecer o agilizar la operación eficiente del mercado”. Además del matiz “en teoría” (que me encanta), me gustaría desarrollar un par de aspectos de esta definición.

-       Cuando se habla de eliminar “algunas regulaciones específicas”, la Wikipedia está definiendo de una forma muy políticamente correcta una realidad muy explícita: la eliminación de aquellas reglas que impiden a las empresas hacer lo que les venga en gana. Es decir, dar luz verde a que éstas cometan cualquier tipo de acto delictivo para incrementar su propio beneficio económico, independientemente de su impacto en la sociedad.

-       “Agilizar la operación eficiente del mercado”. Un eufemismo de forrarse a dos manos.

Pero ¿cuándo y cómo empieza este proceso de desregulación?¿quién lo lleva a cabo? Básicamente, y para hacerla corta, durante la Guerra Fría, los principales cerebros del mundo (ingenieros, matemáticos, etc.) pasaron a trabajar para los gobiernos  desarrollando armamento, comunicaciones cifradas, espionaje, satélites. Después de este período, en 1991, este talento fue fichado por los mercados financieros y la banca de inversión.

Estas mentes brillantes, en vez de construir grandes obras de ingeniería, dedicaron su talento a la creación de “productos derivados” (conocidos popularmente como subprimes) que permitieron endeudarse a los estadounidenses por encima de sus posibilidades, lo que provocó una burbuja económica. En aquel momento eran considerados como productos muy seguros y estaban “avalados” por las agencias de calificación. Lehman Brothers, Goldman Sachs, Merrill Linch, AGI, Morgan Stanley, Fannie Mae, Freddie Mac, Citybank…Todos ellos estaban inmersos en una borrachera financiera y de poder. Para asegurarse la jugada, apoyaron la desregulación. ¿Cómo? Metiendo a sus exconsejeros en el Congreso de los EE.UU, convirtiendo esta cámara –en vez de en un órgano de representación de la ciudadanía- en una extensión de sus consejos de administración.

Las consecuencias de esta codicia financiera es por todos bien conocida: la socialización de las pérdidas. En otras palabras, a tapar los agujeros de la economía con el sudor de los padefos. El resultado: el fin de la clase media y del Estado del Bienestar. Hay que tener en cuenta un aspecto importante: los que montaron este chiringuito no solo no han ido a la cárcel sino que están asesorando al presidente Obama en estos momentos.

En Españistán,, la burbuja -de dimensiones planetarias- tiene un tufo a ladrillo y a concejal de urbanismo corrupto. Ya sabemos que Españistán is different. Lo cual no convierte esta realidad en menos aterradora. El resto de la historia, lamentablemente, por todos es conocida.

Parece que poco que ha cambiado el mundo en la transición de finales del XX y comienzos del XXI. Ya en 1925, el director austriaco, Eric von Stroheim, ponía de manifiesto, con "Greed", que el dinero (y no el amor) era el verdadero motor del mundo. La realidad, de nuevo, ha vuelto a superar la ficción.

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